Somos muy cuidadosos con nuestro ambiente y equipo de trabajo, por ello, nuestros monitores, no solo somos personas capacitadas,
entregadas y comprometidas con lo que hacemos, si no que cada persona que forma parte de nuestro equipo de trabajo aporta especializaciones y experiencias profesionales distintas.
Esta forma de trabajar contribuye a mejorar nuestros conocimientos y a enriquecernos a nivel profesional, no solo haciéndonos más valiosos y mejores profesionales de manera individual, sino aportando un gran valor para el equipo, ofreciendo lo mejor de cada uno.
Uno de los valores más importantes es el acompañamiento tanto individual como familiar. Queremos hacer sentir a nuestros alumnos que son como de nuestra familia y hacer partícipe a las familias de todo el proceso, tanto de los progresos como de los obstáculos.
Nuestra metodología y sesiones, no solo están destinados a aprender, sino que también pretendemos mejorar la movilidad, la coordinación, los reflejos y mejorar la calidad de vida de nuestros alumnos. Además, también nos enfocamos en el lado más emocional, trabajando el autoestima, la frustración y el enfado, la solidaridad...
Cada persona es diferente y por tanto tenemos necesidades distintas. Tanto en nuestras clases individuales, como grupales, nos adecuamos al ritmo de cada uno y por ello, adaptamos los ejercicios de forma que favorezcan una adecuada progresión del alumno.
Trabajamos nuestros grupos como un equipo, ya que, una sinergia entre los miembros del grupo, permite que aprendan unos de otros, se ayuden, se apoyen en los momentos de mayor debilidad y desarrollen nuevas capacidades, además de, aprender a convivir y respetar las normas con el resto.
En nuestras clases, premiamos cada logro y esfuerzo del alumno, les animamos a trabajar continuamente en sus defectos y debilidades con las aptitudes necesarias y el poder de la superación, que, además de aumentar su autoestima, hace posible desarrollar nuevas habilidades y cualidades. Pero esto tampoco sería posible sin una actitud positiva en el grupo y compañerismo entre nuestros alumnos.
Es crucial enseñar, manejar y trabajar con las emociones, generando un espacio propicio para expresar y regular emociones. Adaptar las actividades y proporcionar apoyo emocional individualizado son aspectos esenciales para que los niños puedan desarrollar habilidades emocionales de manera positiva y significativa.
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En Zarandea, enseñamos a nadar de manera efectiva y segura, los niños aprenden a nadar bien y a disfrutar del agua al mismo tiempo. Aprovechamos cada sesión para desarrollar al máximo tú potencial
Nos enfocamos en la enseñanza de técnicas adecuadas de respiración, flotación y movimiento, para que los niños puedan nadar con facilidad y disfrutar de los beneficios de la actividad física acuática.